(Hoy pensé en ti. Como todos los días).
Hay hechos que marcan tu línea de tiempo, así sean importantes o no; están allí recordándote que pasó algo en tu vida, que no volverán, esos momentos como cuando estábamos juntos, cuando reíamos de la vida, cuando jugábamos a ser Freud, cuando te disfracé de perfección y no existían errores, cuando creí en ti. Ahora no estás, lo sé muy bien. No es necesario decirme adiós, tu silencio me lo dice, tu mirada me lo grita y tus gestos me lo demuestran. Ya pasaron días. No hay nada, nunca hubo nada. Es justo, injusto… ¿Qué más da? Te vi. Te escuché. Te creí. Me ilusioné. Me enamoré. Te miré. Te abrasé. Te besé. Me entregué. Lloré. Me desilusioné. Volví a llorar. Busqué de nuevo lo que creí perder. Ahí fue donde me di cuenta que lo había perdido para siempre.
SIEMPRE ESTARAS EN MI VIDA Y MI CORAZON AMADA MIA
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